lunes, marzo 31, 2008

LA LINEA PERFECTA –parte 3


Hoy, El misterioso y violento asesinato de un joven dibujante, Sebastián, dentro de su humilde taller, en las zonas más pobres de la ciudad, perturba a su comunidad;

Solo Dos meses antes, las autoridades Limeñas, habían sido sobornadas y limitadas; a delegar este tipo de casos, a su mas viejo investigador, Leoncio Yupanqui; Comisionados por el misterioso e influyente “Señor C”, ignorando, que el viejo, era un idóneo, pero a la vez, excluido agente.

Ahora, Yupanqui; está dispuesto a todo, para solucionar este caso, llamado por el mismo: “El caso de la línea perfecta”.


“Tiempo actual”:

Casa de la Familia Sebastián 11:a m

Asentamiento urbano-marginal, sobre la ladera de un cerro arenoso, muy alejado de Lima.

El cuerpo sin vida de Sebastián, acababa de ser llevado a la morgue; acompañándole, iban su madre y su hermana.

Yupanqui, dentro de la ahora vacía casa de maderos y ladrillos, empezó su trabajo de investigación; Primero, en base a la observación general, del taller de Sebastián, así, haría su perfil.


El área no abarcaba mas de metro y medio cuadrado, un cuadrilátero llenado de luz por una sola ventana de madera vieja, cubierta apenas con una cortina plástica que solo cubría media ventana. El teniente miro a través de ella y vio hacia arriba y descubrió que en cierto ángulo se divisaba la ventana de un tercer piso de una casa vecina.

El espacio reservado para el taller, era pequeño, y había, para rematar, el desorden del lugar. Un sleeping (bolsa de dormir) doblada;


-Ósea que Sebastián dormía al lado de su mesa de dibujo- se dijo para si el teniente.

-ah,“...un espacio de Artista” , pensó Yupanqui, columnas de hojas tipo bond y otras de papel de periódico, que se elevaban desde el suelo hasta la altura de un silla, devoraban el poco espacio disponible en el taller.

Estas columnas papeles estaban repletas de dibujos hechos con mucho dinamismo, mujeres guerreras, triunfantes sobre ejércitos de bárbaros, y en otras hojas, chicas en ceñidos trajes estelares combatiendo ciclópeos robots. allá, en otra hoja, se veía, a dos jóvenes adolescentes que vestían unos trajes incaicos ceñidos, combatiendo a unos monstruos infernales.

-“...mujeres violentas,” resumió el teniente.


Algunos dibujos de Ninjas adolescentes y esbeltos, disparando rayos enormes, y otros dibujos en unas hojas de papel cuadriculado; Ninjas, femeninos y masculinos con los rostros descubiertos, mirando al horizonte,

-“...fantasea con obtener un poder mayor ”, concluyó, Yupanqui.


Por debajo de todas las anteriores columnas de papeles, se hallaban hojas dibujadas, en ellas, varios personajes, que no llegaron a ser dibujados de cuerpo completo, La cantidad abundante, de estos cientos de rostros, lo hizo intuir,

-“...persigue su identidad”, y eso, entristeció a mucho al teniente.

pasaron como, seis horas de búsqueda de pistas y nada.

En una esquina del taller, rumas de Fotocopias anilladas; y otras aun sin anillar, v embolsadas, copias de diversos libros sobre anatomía humana. y técnicas para hacer comics.

Ahora, puso su atención en La mesa de madera del taller, era bastante corriente, aparte de eso, estaba desnivelada, aunque, unos trozos de cartulina doblados por Sebastián, puestos debajo de una de sus patas, resolvió el problema,

- mmm... “inconforme, mejora su entorno”, pensó el teniente,

Volviendo a aquella mesa; echada sobre ella, se hallaba una lámpara de escritorio doblada de lado en cuyos costados, ubicó dos gruesos libros a modo de columnas, y sobre estos tres, se había colocado, una lamina de vidrio de bordes pulidos, que servia de techo, para todo aquello.


Yupanqui, encendió la lámpara doblada y descubrió su propósito, ahora, podías ver a través de una hoja en blanco ubicada encima de otra, en la cual había dibujaba una pagina de historieta, ambas fijadas sobre el vidrio.

-Esta transparencia servia para que dicha pagina sea copiada, hacia la hoja que se hallaba encima, pero, no solo se copiaba el dibujo, sino que, se pulía al mismo tiempo, el trazo.-

Esto lo hizo reflexionar,

-“La línea perfecta necesita de trazos guía”- y eso lo llevo a pensar.

-Las líneas, en los dibujos hallados junto al cuerpo de Sebastián, ...aquellas líneas perfectas, necesariamente, tendrían sus “hojas antecesoras”, menos pulidas gráficamente. Claro esta, pero, estarían completas, “La historieta completa”, en aquellas hojas.

-Debo encontrarlas, Eso me diría, que estaba dibujando, cuando lo asesinaron; quizás, el asesino toco, también, esos dibujos. – concluyó Yupanqui.

El ruido del golpe seco, contra, el techo de maderos de la casa y el inmediato olor a humo, lo sacaron de sus pensamientos, alguien había pendrido fuego al techo de la casa...las llamas descendieron, como serpientes luminosas, quemando las fantasías del lugar, los papeles ardieron rápidamente.

Ni bien enroscadas en los papeles, las serpientes de fuego sonrieron, Yupanqui se quedo mudo, eran en verdad, esas dos serpientes flamígeras, dos seres vivientes, estaban allí, mirando al teniente y le hablaron:

-“jamás podrás vencernos, somos los cegadores de sueños, somos el llanto de las madres, la frustración en las naciones”.

-¡No puede ser!, no puede estar sucediendo esto, COF! , COF!, - el humo lo ahogaba, quizás ya se había vuelto senil, sus ojos ardían , ¡¿Es esto es una alucinación?!... –gritó Leoncio.

¿Será que la delgada línea entre la fantasía y a realidad se había roto?...podrá Yupanqui evitar que aquellos valiosos dibujos se destruyan, y quizás la única evidencia que le guiaría a descubrir la identidad del asesino. Eso lo sabremos pronto...

Ésta historia continuará...!


ILUSTRACION: Brenda Roman.


1 comentario:

Anónimo dijo...

hola galvan, sabes me llamo leoncio Yupanqui, me s gusta escribir y quiero entrar en tu cuento